See on Scoop.it – Práctica Clínica Razonable
Por lógica clínica, la decisión de excluir de la financiación pública los medicamentos que no han evidenciado utilidad es acertada. Después de que un medicamento se muestre efectivo para determinada enfermedad, es necesario valorar si el precio que hay que pagar por él se justifica por el beneficio que aporta. Si esta relación entre el beneficio y el coste es favorable, deberá mantenerse financiado y, en caso contrario, será necesario subvencionar otros que se revelen más eficientes. Este tipo de estudios los realizan, en el mundo civilizado, las Agencias de Evaluación Sanitaria y sus resultados son aplicados por la Administración. En nuestro caso, la decisión ha partido del Gobierno y el depurado de la lista no se ha hecho contando con la agencia sino siguiendo un criterio de mayorías entre autonomías.
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